Los mecanismos bio-celulares y fisiológicos elementales de la Acupuntura Médica, siguen comprendiéndose hasta el día de hoy aparentemente en forma limitada, a pesar de que se han realizado numerosos modelos explicativos, los que engloban las acciones locales, la estimulación del sistema nervioso autónomo, la activación del sistema endocannabinoide y muchos otros aspectos.
Es bueno aclarar que aún se sabe relativamente poco sobre la mecano transducción producida por la acupuntura y el estiramiento de los tejidos involucrados. Trataremos de exponer los resultados de los estudios realizados sobre el efecto de la acupuntura con manipulación posterior (picar y rotar, sacudida, golpe, rascado, etc ) a la punción de la aguja, y sobre el estiramiento mecánico tisular que esto provoca.
La resistencia que ofrece la aguja cuando la sacamos se ha definido en los estudios realizados como una medida de su interacción con el tejido conectivo subcutáneo; esa interacción, el acupuntor avezado la llega a sentir en sus manos, es una sensación muy clara y perceptible.
También, mediante microscopia con focal e inmuno histoquímica se han analizado los cambios que acontecen en el tejido conjuntivo en especial en las fibras de colágeno, en la morfología y el cito esqueleto de las células de tejido conjuntivo , es decir en los fibrocitos en relación con los movimientos que realizamos con la aguja.
Se ha demostrado que esa resistencia que opone la aguja al sacarla va a depender del lugar de la punción (punto de acupuntura o punto colindante o contiguo) y que se incrementa con la frecuencia de las manipulaciones de la aguja.
Después de la punción y rotación de la aguja, el tejido conectivo tiende a engrosarse, las fibras de colágeno se disponen alrededor de la aguja y tanto la forma como el cito esqueleto de los fibrocitos cambian de manera significativa.
Sabemos que los fibrocitos tienen la propiedad de comunicarse entre sí mediante contactos celulares específicos y la puntura induce en ellos diferentes cascadas de transducción de señal. Se concluye que en conjunto, los trabajos de investigación realizados hasta ahora demuestran, que la puntura actúa sobre la matriz extracelular y también sobre las células que la producen, esto es, los fibrocitos.
PALABRAS CLAVE: Acupuntura Médica, estiramiento tisular, fibrocitos, mecano transducción
Al momento actual en la literatura existen varios prototipos explicativos propuestos, en muchos casos controvertidos, discutidos y negados, sobre los mecanismos de acción de nuestra especialidad, la acupuntura, aunque hasta ahora el mecanismo fundamental (celular y bio celular) propiamente dicho sólo se comprende, lamentablemente, de forma insuficiente. Se han descrito como posibles mecanismos de acción los medios neuroquímicos, los eventos locales, los efectos segmentarios, la regulación del sistema nervioso vegetativo o autónomo, la estimulación de la autor regulación y auto curación, así como las influencias sobre la actividad encefálica.
Una de las hipótesis parte de la base de que la acupuntura actúa estimulando el sistema nervioso, ya que, como sabemos, los puntos de acupuntura están ubicados en su mayoría en los puntos de salida de estructuras neuro vasculares a través de las fáscias. A la estimulación de las fibras aferentes del nociceptor que llamamos polimodal (PMR) se le atribuye un papel muy importante. Tengamos en cuenta también que se ha descrito que la puntura o injuria desencadena una cascada de eventos locales inflamatorios y que se da igualmente una estimulación local del sistema endocannabinoide, lo que entre otros eventos, ejerce una para nada despreciable acción analgésica.
Existen además otros estudios que se inclinan más por la activación del sistema parasimpático y la participación de estructuras centrales (sistema límbico e hipotálamo-hipofisario). También se han defendido otros enfoques que parten de la base de que la puntura desencadena una extensión y una reorganización local del tejido conjuntivo.
Si describimos rápidamente, la compleja estructura de nuestra piel, con el fin de adquirir una visión más completa, encontramos que al puncionar la aguja, atravesamos el epitelio poliestratificado de la piel, es decir la epidermis y llegamos a la dermis y al tejido conjuntivo subcutáneo. La dermis consta de un estrato papilar y de un estrato reticular. Dichas capas son ricas en extensas y potentes redes vasculares que se encuentran entretejidas en una inmensa red de fibras de tejido conjuntivo que son las fibras de colágeno, sustancia fundamental amorfa, células musculares lisas, fibrocitos y adipocitos. Debajo de la capa dérmica, se encuentra el tejido celular subcutáneo que determina la unión entre la dermis y las estructuras más profundas como las fáscias o el periostio y actúa también como sedimento de desplazamiento y amortiguador de la presión.
Para el médico acupunturista la red facial se vuelve una vía excepcional de acceso a los procesos que vinculan las señales mecánicas de las membranas a los fenómenos bioquímicos, dicho de otra manera la mecano transducción. La célula es para el acupuntor, el blanco biológico final de su accionar terapéutico.
Ahora iremos introduciendo en forma progresiva, conceptos sobre tensegridad.
Se denomina parénquima al tejido funcional del órgano (por ej.: secreciones glandulares, síntesis de proteínas, etc,); en contraposición, estroma, son los tejidos de contención y sostén, por lo general, tejido conectivo.
La célula, los tejidos, los órganos y el organismo en su totalidad, presentan una parte funcional y otra de sostén.
Generalizando, podemos entender la tensegridad como un sistema dinámico formado por un campo continuo en tensión que se encuentra envolviendo “islas” o componentes discontinuos en compresión (continuo tensional). Así, cambiando los nombres de compresión y tensión por los de atracción y repulsión, o contracción y expansión, una galaxia (estrellas-planetas) o un átomo (núcleo–electrones) pueden considerarse sistemas en tensegridad; simplemente, definimos a la tensegridad, como la relación o mejor dicho, el balance entre dos fuerzas opuestas: tensión y compresión.
Todas las estructuras, desde un artefacto creado por la inteligencia humana o una forma de vida que evolucionó por selección natural durante millones de años, presentan un equilibrio entre 2 fuerzas opuestas y complementarias.
Existe una relación de complementariedad entre la forma (estructura) y la función, esta es una característica de la naturaleza y se aplica a todas los objetos, cosas y organismos. Los antiguos taoístas observaron esta interdependencia y desarrollaron la teoría del yin y yang, que es aplicable a todo lo que existe: 2 fuerzas opuestas que trabajan juntas formando un todo.
El yin es sustancia, forma, sostiene, contiene y nutre, representa a la materia. El yang es función, movimiento, acción, protección, representa a la energía.
Pero estos no son conceptos absolutos, son relativos y están en constante intertransformación. La materia se transforma en energía. La energía se materializa. El yin se convierte en yang y el yang se transforma en yin.
En biología se define en términos de parénquima y estroma. Se denomina parénquima al tejido funcional del órgano (por ej.: secreciones glandulares, síntesis de proteínas, etc,); en contraposición, la estroma, son los tejidos de contención y sostén (generalmente, tejido conectivo).
A medida que vamos comprendiendo la naturaleza y a nuestro organismo, como parte de ella, observamos que en todas partes se repite el mismo modelo. En este modelo de un universo sistematizado en escalas o jerarquías, lo infinitamente enorme (galaxias) y lo infinitamente pequeño (átomos) presentan sistemáticamente, la misma dinámica, el mismo equilibrio de fuerzas: expansión y contracción. Y en el medio de esta escala (entre lo grande y lo pequeño) se encuentra la célula, que también puede considerarse un sistema con “integridad tensional”.
En el sistema de tensegridad celular está incluida también la matriz extracelular.
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La matriz extracelular (MEC), como sabemos, es el medio que rodea a las células, de lo que hablamos antes, lo que es fundamental para nuestro accionar terapéutico.
Es una sustancia viscosa, espesa, formada por productos extracelulares que junto a las células van a constituir los distintos tipos de tejidos (músculo, hueso, piel, tejido conectivo, etc). A su vez, los tejidos conforman los órganos y éstos a su vez, forman los sistemas o aparatos (digestivo, genitourinario, respiratorio, cardiovascular) y el conjunto de estos conforman por fin nuestro organismo.
Los diferentes niveles de complejidad, se comunican entre sí y expresan exactamente la misma dinámica de fuerzas.
La MEC es un medio de integración o comunicación fisiológica, único en el sistema, de naturaleza bioquímica compleja, en el que están «sumergidas» las células.
La célula como ya sabemos presenta receptores en su membrana, un tipo de proteínas muy especializadas, con gran especificidad llamadas integrinas, que además de ser transductoras de señales, anclan y fijan la célula a la MEC.
El mantenimiento de la estructura celular y de la tensión dentro de la célula, depende también de la integridad, la composición química, la estructura de la MEC y las conexiones que tenga con la célula. De hecho se desprende que la célula y la MEC son parte de un solo organismo.
Esta matriz es una sustancia continua, ramificada, presente en todas partes de la economía, que sostiene, envuelve y estructura todas las células y tejidos del cuerpo de una manera dinámica y funcional.
Las características mecánicas de la matriz extra celular como rigidez y deformabilidad constituyen factores importantes que influyen directamente en la conducta y la dinámica de las células tales como la diferenciación, la multiplicación, la supervivencia y la movilidad o migración.
La transducción mecánica, que es la transformación de fuerzas físicas en reacciones químicas, modifica la estructura molecular del cito esqueleto y a su vez estimula la formación tisular, como por ejemplo un epitelio.
Esto resulta en un aspecto interesante de la dinámica de la re estructuración del cito esqueleto y la capacidad de regeneración celular.
El cito esqueleto verdadera “fáscia intracelular”, funciona como una continuidad de la gran red extra celular de fáscias.
Las células también son poseedoras de «tono» así como los músculos, debido a la atracción constante de los filamentos del citoesqueleto, aquí también encontramos el continuo tensional.
Lo mismo que la cuerda de una guitarra, su sonido va a depender de su “estiramiento” y del lugar donde se pulse, es decir, donde se ejerza la presión, (estiramiento y presión).
La tensión que presenta el citoesqueleto de una célula, en un determinado momento, va a estar influenciado por la dinámica celular y la forma del núcleo.
Cualquier cambio en las fuerzas intracelulares, derivado de su interacción con el exterior y que provoque cambios en el citoesqueleto, induce a que también se den cambios en la forma del núcleo de la célula.
Núcleo celular, caracteres:
En particular su visco elasticidad de acción concluyente en las interacciones mecánicas que se dan entre el núcleo, el citoesqueleto y la matriz extra celular, ya que presenta propiedades totalmente diferentes a las del citoplasma.
Núcleo celular: sus deformaciones van a cambiar sustancialmente, no solo su composición química sino que también van a influir en la estructura primaria y función del ADN es decir de la información genética.
Los núcleos celulares, poseen también una dinámica propia y específica que debe a su composición; cuando una célula se desplaza de un lado a otro puede atravesar diámetros menores a su diámetro y entonces la deformación del núcleo también está en relación a la deformación que presenta la célula en su totalidad. El tamaño y la forma de los núcleos celulares varían y esto va a depender del tipo de célula.
Su dinámica y su composición química están íntimamente relacionadas con las del citoesqueleto.
De hecho se ha observado que la plasticidad del núcleo de las células cancerosas ambienta para que éstas se diseminen con más facilidad que otras.
La estructura molecular de las células presenta propiedades vibratorias con armónicos complejos. El ADN recibe y a su vez emite información actuando similar a una antena.
Los sistemas de tensegridad desempeñan además el papel de osciladores armónicos acoplados.
Las interacciones vibracionales, van a atravesar un “tejido matricial de tensegridad”: matriz nuclear, matriz celular y matriz extra celular (en ambas direcciones), estos diferentes niveles funcionan como uno solo, equilibrando las vibraciones propias de la célula con los estímulos y señales que esta provoca, desde el exterior de la célula hasta el ADN en el núcleo y viceversa.
La tensegridad (ya definida) principio mecánico, no introduce ni excluye ninguna técnica. Todas tienden a restituir lo óptimo para las capacidades de deformación de una estructura (movimientos menores).
El concepto de tejido matricial de tensegridad, desarrollado a propósito de la célula se encuentra también en la escala macroscópica, la red de las fáscias – matriz extra celular materializando este tejido matricial.
Volviendo al tema de acoplamiento entre los diferentes niveles de organización, éste va a permitir los procesos de amplificación y de atenuación del estímulo generador o la señal. El nivel de tensión celular actúa como un modulador mecánico que amplia, modifica o suprime las informaciones en un sentido o en otro.
¿Cuáles son nuestras posibilidades de generalizar estos fenómenos a través de todas las escalas estructurales desde la unidad celular hasta el organismo completo?
A través de las escalas de organización sucesivas, los estímulos o imputs que recibe el organismo entero o una de sus partes, se transmiten al nivel celular.
Esta organización posee un papel protector que sirve de amortiguador, las fuerzas (que se expresan en newton), recibidas a la escala del cuerpo o sea a macro nivel son atenuadas para llegar al orden de los mili newtons (y menos), adaptables y “comprensibles” para la célula o micro nivel.
De esta forma, la piel y los tejidos normalmente resisten el estiramiento, y así el cuerpo tiene la capacidad de asimilar impactos o choques a veces violentos.
El cuerpo humano forma un sistema auto modelado de tensegridad: los huesos, elementos discretos y discontinuos, comprimidos, elevados (contra la fuerza de gravedad) y en equilibrio con la red músculo-fascial tensada que ínter conecta y sostiene toda la estructura.
Podemos entonces describir a las fáscias como un tejido corporal continuo, que cumple el papel de “red tensional”: 1) contiene, 2) comunica, 3) vehiculiza información, 4) protege y 5) “tensa” la estructura.
Además de los vasos sanguíneos, tejido graso y fibras nerviosas, la piel posee glándulas sudoríparas, corpúsculos táctiles (corpúsculos de Vater-Pacini) y folículos pilosos.
He de destacar en forma muy especial que en todas las capas de la piel hay fibrocitos, fibras de colágeno, sustancia fundamental amorfa, vasos y fibras nerviosas.
Las fibras neurovegetativas acompañan, entre otros, a grandes arterias y arteriolas, e inervan glándulas sudoríparas y folículos pilosos. Reconocemos que existen numerosas fibras nerviosas aferentes sensibles y múltiples tipos de receptores.
Los fibrocitos son el tipo principal de células del tejido conjuntivo, estos, son células más bien inactivas y se diferencian de los fibroblastos activos para algunos investigadores, mientras que en inglés se habla casi exclusivamente de fibrocitos, los que se encuentran en todos los tejidos conjuntivos y son los responsables de los componentes de la matriz extra celular Entre ellos, se disponen las partes fibrosas, como el colágeno (sobre todo de tipo I, II, III y VI), las fibras elásticas, la fibronectina y las sustancias que carecen de forma (amorfas), entre las que se encuentran los glucosaminoglucanos y los proteoglucanos hidrófilos con fuerte carga negativa.
Los fibrocitos, se pueden fraccionar, y así participar en el mantenimiento y recambio metabólico (turnover) de la matriz liberando enzimas de extrema especifidad: las llamadas metaloproteinasas de la matriz.
Durante el proceso de cicatrización pueden transformarse en miofibroblastos contráctiles.
Los factores de crecimiento estimulan la formación de filopodios en los fibroblastos en los que controla su división, esencial para la cicatrización.
Los fibrocitos, la matriz extracelular (fibras y sustancia fundamental amorfa), los vasos y las fibras nerviosas contenidas en ella, así como las células libres del tejido conjuntivo como los mastocitos, linfocitos, macrófagos y granulocitos, constituyen el procedimiento de regulación básica.
Los fibrocitos como las células de soporte del tejido conjuntivo constituyen el centro de las pesquisas realizadas. Se estudió si la resistencia del tejido conjuntivo aumenta con el número de rotaciones de la aguja de acupuntura, si observamos algún efecto sobre dicha resistencia al extraer la aguja, y si influye la resistencia propia del tejido en el lugar de la puntura (punto de acupuntura o zona contigua).
Los efectos de la puntura y las subsiguientes rotaciones fueron estudiados por los investigadores, usando injertos de la pared abdominal de ratas. Para ello, se marca con tinta el lugar de la punción. Luego de la inserción de la aguja y del estiramiento de los tejidos involucrados, se fija el tejido seleccionado y se incluye en parafina. Luego se obtuvieron cortes del mismo y se realizó una tinción con tricrómico de Masson. También se estudió en qué rango la fuerza aplicada aumentaba con el número de rotaciones efectuadas en la aguja y si la fuerza necesaria para la extracción de la misma aumentaba también con el número de rotaciones.
También, se hicieron estudios complementarios en tejido conjuntivo celular subcutáneo que servía como control que era estirado tanto in vivo como en el cadáver.
El estiramiento del tejido conectivo, se llevó a cabo en un equipo estandarizado, en esta investigación y se utilizaron fuerzas de tracción constantes. El stretching o sea estiramiento in vivo se realizó en ratones anestesiados. Para lo cual se unieron entre sí las extremidades del lado izquierdo y se separaron las del lado derecho, estirando los músculos abdominales y de la piel del lado derecho. De esta forma, la distancia entre hombro y cadera izquierda correspondía tan sólo a la mitad de la distancia entre el hombro y la cadera contralateral. Se complementó el estudio con el uso de columnas celulares humanas estables de fibroblastos.
También los autores instrumentaron un estudio inmunohistoquímico es decir anticuerpos contra conexina 43, µ-actina y µ-actina, se valoró el citoesqueleto de actina filamentosa con faloidina, microscopio electrónico y microscopio con focal de barrido láser.
Los experimentos estandarizados mostraron que la fuerza necesaria para la rotación de la aguja acupuntural crecía con el número de rotaciones de ésta. Y se observó que aumentaba la fuerza necesaria para extraer la aguja con el número de rotaciones aplicadas tras la puntura. Los estudios histológicos realizados en piel de ratas mostraron las fibras de colágeno junto con los fibrocitos rodeando formalmente la aguja. Estos hallazgos se corroboraron también in vivo, con ecografías luego de realizada la acupuntura.
Como reacción a la puntura, el tejido conjuntivo se engrosa notoriamente en la zona que se visualiza microscópicamente, y no varía en nada su composición en calidad.
Se demostró que los fibrocitos se constituyen en una red amplia y ricamente ramificada en el tejido conjuntivo subcutáneo. Las células se encuentran parcialmente en contacto, tanto entre ellas así como también con los citosomas de las células adyacentes. En esos contactos celulares está presente la conexina 43. Los fibrocitos en el cultivo mostraron iguales propiedades que los fibrocitos del tejido conjuntivo subcutáneo.
Nota: Las conexinas o proteínas de enlace gap, son una familia de proteínas estructurales de trans membrana que se unen para formar enlaces gap (conexiones especializadas entre determinadas células, en forma de hendidura).
Los fibroblastos contienen 2 tipos de actinas. Estos 2 componentes del citoesqueleto se reorganizan luego del estiramiento tisular. En contraposición a la actina muscular, los microfilamentos de actina correspondientes a las células no musculares no constituyen estructuras permanentes: se polimerizan y despolimerizan en forma continua, según las necesidades funcionales de la célula.
También se llegó a demostrar que los fibrocitos cambian en forma muy particular su morfología luego del estiramiento tisular.
Así como los fibrocitos que no son sometidos a extensión poseen morfología dendrítica (pequeños citosomas, protrusiones finas y largas), los fibrocitos estirados son más grandes, planos y en forma de hoja, y forman finas prolongaciones que sólo se distinguen correctamente con técnicas especiales. Se resalta que las células vuelven a adoptar su morfología original unas horas después de producido el estiramiento. Los cambios en el cito esqueleto inducen distintos procesos biológicos celulares simultáneos que son transducción de señales, expresión génica y adhesión a la matriz.
Se ha demostrado en distintos estudios que tanto la acupuntura como el estiramiento que provocan las manipulaciones sobre la aguja, provocan múltiples efectos en los fibrocitos y el tejido conjuntivo que los circunda. También en la zona canalicular de la puntura acontece un cambio en la orientación de las fibras de colágeno.
Existe una interacción mecánica reflejada también por un aumento de la resistencia cuando incrementamos el número de rotaciones de la aguja insertada.
Esa interacción es la consecuencia de las fuerzas iníciales que se establecen entre aguja y tejido; concepto fundamental.
Entre ellas está la tensión superficial y probablemente las fuerzas eléctricas (p. ej., de atracción electrostática) que actúan sobre la aguja.
Los fibrocitos forman una red de contención. Tras la manipulación efectuada, éstos modifican su morfología, y establecen contactos celulares específicos, tanto in vivo, es decir, en un grupo celular normal, como en los cultivos celulares, y así se mantienen en contacto con las protrusiones de las células contiguas.
Mediante estos contactos se hallan unidos entre sí también de forma indirecta los cito-esqueletos de las células adyacentes. Esto nos sugiere que los fibrocitos pueden formar “rutas celulares” in vivo o incluso una red que va a recorrer todo el organismo. Se discute actualmente si este fenómeno podría llegar a constituir la base científica y comprobación de la existencia de los canales acupunturales.
En los canales la conductividad eléctrica puede ser distinta. Se comprobó que la conductividad en el canal del corazón es más elevada en comparación con un control, no obstante, en el canal del bazo, por ejemplo no se observaron diferencias.
La distinta composición del tejido conectivo que se asocia al canal podría explicar este fenómeno.
Vamos concluyendo que los estímulos mecánicos provocan la transducción de señales.
La manipulación mecánica del tejido conjuntivo por estiramiento o puntura puede desencadenar la activación de distintas vías de señalización.
Sabemos que la puntura con la aguja produce una injuria que es de capital importancia y la contracción del tejido conectivo que comprobamos luego de la puntura es comparable a la situación que se presenta durante el proceso de cicatrización. En la cicatrización, los fibrocitos modifican su fenotipo y pasan a ser miofibroblastos contráctiles.
La activación de los fibrocitos se refleja, entre otras, en la inducción de cascadas de transducción de señal, la modificación de la expresión génica y la liberación de distintas sustancias que actúan sobre las células presentes en el tejido conectivo. De esta manera, el estímulo mecánico producido se comunica con otras células, las cuales también realizan la remodelación de la matriz extracelular.
Al insertar y rotar la aguja se produce una deformación de la matriz, mediante la cual se logra activar los receptores aferentes. Esta deformación va a actuar sobre el esqueleto de actina de los fibrocitos, los que modifican su morfología celular (contracción) y van a ocasionar una deformación adicional de la matriz.
La estimulación de los fibrocitos produce la activación de determinadas cinasas, la modificación de la expresión génica, y la síntesis y secreción de proteínas. Como resultado se produce una modificación del medio extracelular, por el cual también se puede establecer una neuromodulación.
Conclusiones
Estas pesquisas demuestran que la puntura y el estiramiento tisular ejercen efectos diversos sobre las fibras y las células del tejido conjuntivo. Dichos estudios permiten suponer también que la mecano transducción podría constituir posiblemente un mecanismo de acción de nivel superior no sólo de la acupuntura, sino también de otros tratamientos como la medicina manual, la magnetoterapia, la osteopatía y la fisioterapia.
La tensegridad cuyos caracteres escenciales y aplicaciones a nivel celular hemos repasado, constituye un modelo biomecánico particularmente fértil y noble en la aplicación de la Acupuntura.
A nivel celular este modelo nos permite entender cómo la mecánica y la bioquímica están íntimamente relacionadas. Aludiendo a la organización jerárquica de nuestras estructuras, el acto de puncionar determinado punto y provocar la injuria, puede transmitirse hasta nivel celular, sin lugar a dudas. Aquí hacemos notar la importancia de las fáscias ya vista y comprobada por Still : A nivel celular (membrana basal), más ampliamente como sistema de regulación mecánica (tejido matricial) y vía de acceso hacia las estructuras microscópicas.
Como lo subraya Ingber: “la tensegridad para algunos, es una verdad evidente. Para otros, es una simplificación grosera de un funcionamiento tan complejo que está probablemente más allá de toda explicación”.
El nivel microscópico de la célula con su estructura molecular y el nivel macroscópico de los músculos, fáscias y tendones están conectados, son una continuidad, proyecciones de lo mismo pero en diferentes escalas. Es igual para cada parte de nuestro cuerpo.
La tensión justa y equilibrada del sistema músculo-tendinoso fortalece y protege a los órganos internos. Es importante tener en cuenta en nuestro gesto terapéutico que la información viaja en todas las direcciones.
La conciencia mueve la energía y afecta a la materia. Energía y materia se intertransforman sin cesar (E=MC2). La información se desplaza en forma de ondas (que en este caso son mecánicas) que se propagan y son leídas e interpretadas por las células que a su vez van a devolver la señal generando un efecto físicoquímico, el cual reenvía información al medio (retroalimentación o biofeedback).
En la tensegridad, la estructura es considerada como una unidad integrada absolutamente completa, con suficiente capacidad para distribuir las fuerzas en todas las direcciones y reequilibrarse. De esta manera comprendemos, como los estímulos o cambios aplicados en una zona determinada ejercen también efectos a distancia.
Sin una cierta “tensión” y sin una cierta “presión” la vida sería imposible. La célula depende de su forma y estructura para desarrollarse y vivir. La forma, a su vez, es mantenida y generada por la función.
Estructura y función, constituyen dos aspectos de una única realidad.
De tal manera, la manera más apropiada de mantener la salud y prevenir las enfermedades (y en muchos casos curarlas), es con presiones y estiramientos. La práctica regular de chi kung, yoga, tai-chi, masajes y otras disciplinas afines favorecen este propósito.
Sencillamente hablamos de energía; y reconocemos el concepto de información; ambas aplicadas en la dirección correcta.
Recuperar el equilibrio perdido se traduce rápidamente en sensación de bienestar y buena disposición anímica, en la restitución de las capacidades intelectuales y físicas y como consecuencia natural en un inmejorable aspecto exterior.
El estado de las partes blandas (músculos, tendones, ligamentos) por su parte, que representan el sistema de tensión, depende también del estado de los órganos internos, en particular del hígado y del bazo.
Los huesos, el sistema en compresión, van a depender fundamentalmente de la energía de los riñones. Conceptos que ya manejamos con fluidez.
Sinopsis
Los efectos ampliamente conocidos de la acupuntura, como la modulación del sistema nervioso vegetativo (simpático y parasimpático), la estimulación del sistema endo-cannabinoide o la activación de la circulación sanguínea parecen basarse en el fenómeno de orden superior de la mecanotransducción, por el cual las manipulaciones mecánicas producen un cambio transitorio y notorio en las fibras de colágeno y fibrocitos principalmente. En consecuencia, las cascadas de transducción de señales y las expresiones génicas inducidas en los fibrocitos podrían representar la base fundamental de todos los procesos subsiguientes.
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